viernes, 8 de febrero de 2008

Lima: centro histórico patrimonio de la Humanidad

Ayer y hoy excursión desde Miraflores al centro de Lima, una tirada de unos 20-25 minutos en microbús de los de 20 plazas. Estos micros, que en Lima, junto con los taxis, son casi el 90% del tráfico, tienen un revisor que a la vez es agente comercial, se coloca en la puerta y anuncia a gritos a la gente de la calle el recorrido que realizará.

En el viaje de ayer fui sentado un rato al lado de una chica a la que le pregunté donde me tenía que parar para llegar a la Plaza de Armas. Después de un rato charlando, me preguntó de donde era, y cuando le dije español, me puso una cara de disgusto no tanto por las tropelías de Pizarro como por las de un ex-novio que había tenido y que era de Gandía. Por cierto, hablando de Pizarro, aquí nos los han vendido siempre como conquistadores y allí los consideran aún unos asaltantes y violadores. Y lo mismo recuerdo de cuando estuve en el norte de Argentina.

A las 12 de la mañana asistí al cambio de guardia en la Plaza de Armas, delante del Palacio de la Gobernación, un espectáculo en el que una banda militar toca música, muy animada, que la gente sale a bailar. Una señora me invitó a que bailara con ella, pero mi mochila, con mi cámara y mi pasaporte dentro, no la suelto ni para ducharme, o sea que tuve que darle una mala excusa para no aceptar.

Luego, después de pasarme por Info-Perú (recomendación de la guía Trotamundos, que no me está gustando casi nada), me fui a comer a un restaurante de la Plaza San Martin que se llama Estadio o algo así. Siempre acostumbro a tomar notas de lo que como, para anotarlo después en el blog, por lo que, cada cierto tiempo, escribía unas líneas. El encargado debía pensar que estaba preparando una crítica, porque cada cierto tiempo se acercaba a mi mesa para preguntarme como estaba todo. Incluso, me invitó a un postre y una infusión, además de regalarme dos sobres de mate de coca. No le saqué de su ignorancia. Allí comí causa de pollo, que es pollo deshilachado en salsa de aji, parecido a la mayonesa, cubierto de una especie de puré de patata, que estaba bueno, y un tamal, a base de maiz, pollo también y cilantro, mucho cilantro (aquí le llaman culantro). El exceso de cilantro me recordó a muchos de los platos de la cocina portuguesa.

Hoy he estado visitando el lugar en donde se encontró en su día el Tribunal del Santo Oficio en Lima, que tengo grabado desde que leí "La gesta del marrano", de Marcos Aguinis, y donde Francisco Maldonado de Silva estuvo preso después de ser perseguido por la Santa (???) Inquisición. Gracias a quien sea, un terremoto en Lima en 1746 destruyó gran parte del edificio, y de hecho, el museo, hoy en día con los maniquís en el potro, garrucha y demás, dan lástima más que provocan escalofríos. Unicamente una zona en la que se encuentran una especie de mazmorras, con un acceso a través de unos túneles, pone un poco la piel de carne de gallina.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me uno a la opinion de que upgrade+hostel es chandal y tacones. Santi, asume tu condicion.
Estare un par de semanas sin Internet, pero te leere a la vuelta.

Feliz viaje.

Chus

victor m. dijo...

Santi,
Sintiendolo mucho por los peruanos, cuando te vayas tu dejarán de hablar de las tropelerías de Pizarro y empezarán a hablar de las de Santiago y "cierra España". Por cierto, cuentanos que artimañas utilizaste para confesar a la chica y que te contase la historia de su ex-novio?
Seguimos atentos a tus andanzas.
Ta luego

Santi Rubín dijo...

La chica debia tener ganas de hablar del tema, pero no le di pie a que me contara mas.

Lo del upgrade a businness fue una gentileza de iberia plus, lo mio es el hostel, aunque no digo que no a una copita de cava.

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