martes, 12 de febrero de 2008

De Iquitos a Tamshiyacu subiendo el Amazonas

Paola, Karen y Blanca en el Huequito

Por fin pude viajar por el Amazonas arriba, saliendo del embarcadero del Huequito, en Iquitos, en un trayecto de más o menos 50 minutos en lancha rápida hasta Tamshiyacu, 30 soles ida y vuelta. En la deslizante me encontré con el chamán Pedro Guerra y con un religioso jubilado de la congregación de San Viator que es de Basauri, que se llama Avelino. Con Avelino estuve charlando antes de salir, y como viajaba en el asiento detrás del mío, iba comentándome sobre la marcha cosas del camino.

Entre otras, me dijo que aquí al cocodrilo le llaman lagarto, o sea que ayer comí cocodrilo y. en consecuencia, el cocodrilo sabe a pollo. Incluso en la presentación, era muy parecido a los trozos de pollo al ajillo que son de la pechuga. También me advirtió que Tamshiyacu tenía muy poco que ver, y así lo comprobé. Lo primero que hice al desembarcar fue ir a buscar al hijo de Pedro Guerra, que supuestamente tenía que enseñarme eso poco que había que ver, pero cuando llegué a su casa, no estaba y me dijo su mujer que hasta las 4 de la tarde no le esperaban. "Ni yo", pensé, "el que fijo no le va a esperar soy yo".

Pues media vuelta, y con un comienzo de lluvia torrencial espantosa, que me obligó a guarecerme debajo del tejado de una dificación que parecía abandonada. No tardaron en llegar 3 niños, de los que subiré un video, con los que estuve un rato largo hablando y que volvieron a ponerme los pies en la tierra. Uno de ellos, un mocoso de 12 años que nunca había viajado más allá de Iquitos, vive con su hermano y con su madre, separada que trabaja en una chacra (no pregunté, porque en Argentina chacra es una casa de campo, la de cultura que le aportan a uno las pelis de Adolfo Aristarain) lejos de allí. Me explicó que para comer había arroz con pescado, y, cuando había plata, con pollo. Y para cenar, si no quedaba nada del mediodía, que era lo normal, no se cenaba. Touché. El chaparrón de fuera no era nada.

Cuando dejó de llover fuera, después de una media hora con los niños, me encaminé al embarcadero y me volví a Iquitos.


Mis amigos de Tamshiyacu




Nota: cuando tenga un poco de tiempo, subiré el video sin marca de agua, pero he tenido que utilizar un conversor freeware, el video es ya grande para esta conexión.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Carlos y Beltrán están impactados con los niños del video, sobre todo con lo de la comida, lo del arroz con pescado no les gustó nada, de nada.
Muchos besos desde Montecerrao
Inés

Ayuda Libre dijo...

Que gran aventura, pues debe ser interesante y emocionante viajar a la selva, buen video, pero esos niños no tienen porque saber Quechua, ya que solo se habla en la sierra del Peru, posiblemente ellos podrian haber sabido Aymara o algun otro dialecto propio de la region.
Saludos.

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