Tristes guerras

Tristes guerras
si no es amor la empresa.
Tristes. Tristes.

Tristes armas
si no son las palabras.
Tristes. Tristes.

Tristes hombres
si no mueren de amores.
Tristes. Tristes.

Cancionero y romancero de ausencias.
Poesías completas.
Miguel Hernández.

Londres, diciembre de 2015

espinela

Explicando pra quem gosta, 
os mistérios da espinela, 
esta décima tão bela 
é de dez versos composta. 
Uma rima noutra encosta, 
heptassílabo há de ser. 
E pra melhor compreender: 
ABBAACC 
DDC como se vê, 
é bem fácil de apreender. 

(Explicando a Espinela: Paulo de Freitas Mendonça)

San Lucas

"Es mi familia", me dijo con ternura.

Era mi primera visita a su casa, y le pidió a una de sus hijas que me la enseñara. Detuve el paseo protocolario delante de unas fotografías, nada recientes, de las que tomé una en las manos para observarla de cerca, y en la que sólo lo reconocí a él. Era una en color, más desgastado éste que aquélla, se veía un matrimonio con una niña vestida de primera comunión y una adolescente, delante de un altar; me gusta mirar fotografías en las que no soy capaz de reconocer a personas conocidas.

Iba de camino al comedor, se paró a mi altura, y mirando primero a la foto y luego a mi, me sonrió y me dijo: "es mi familia".

Un brillo de orgullo asomó en sus ojos.

Lago Mayor

Objetivo cumplido: 1h 42m 03s

la Media Maratón de Trubia que viene

Hace unos meses, ligero de equipaje, me enrolé en el mundo de los corredores. En la retina, los días de juventud y de gloria ya lejanos, en los que correr era un medio para hacer otro tipo de deportes, y en los que los tiempos no medían nada. Pero siempre ha habido una cifra mágica, que marca, a mi entender, la diferencia entre alguien que corre y alguien que entrena. Los 5 minutos por kilómetro.

Es fácil correr un kilómetro en cinco minutos. Relativamente fácil. Lo que ya no me parecía tan fácil cuando comencé, era mantener ese ritmo, digamos, durante 10 kilómetros (10K para los del mundillo), lo cual constituyó mi reto inicial. Así es que, estando más cerca de la edad de jubilación que de la de la graduación en la universidad, empecé a entrenar para poder un día atacar esos 10K en 50 minutos, que suenan muchos más cuando se dicen en metros, 10.000, nada más y nada menos.

En medio de la preparación para lograr el objetivo, mi entrenador personal, Andrés Rodríguez, amigo y compañero de trabajo, que es quien ha sido el artífice de todo esto, por la motivación que me ha inculcado, decidió cambiarme el fin. Ya no sería correr un 10K, sino una media maratón, más del doble, 21.097 metros, es decir, 21 kilómetros largos. En aquél momento, la palabra maratón ya infundía respeto, aunque fuera antecedida de media. Yo no hubiera dicho imposible, pero si muy difícil. Correr una media maratón a ritmo de 5 minutos por kilómetro implica una hora y cuarenta y cinco minutos corriendo, para lo cual hay que disponer de fondo y de forma.

Y entonces cambié el entrenamiento, orientado a correr el 27 de septiembre de 2015 la Media Maratón de Trubia. Por el medio han quedado cuatro carreras en las que he hecho mejores tiempos, no sólo de los esperados, sino incluso de los mejores tiempos pensados. Todo eso se ha conseguido con entrenamiento y con esfuerzo. El domingo que viene será la prueba, pero, como me dijo el Profesor Carlos Rico esta semana, el trabajo ya está hecho, y los resultados llegarán solos.

He entrenado para correr ente 1h40m y 1h45m. Ya está.

tazones-villaviciosa (12/9/2015)

y corriendo la campa torres (8/9/2015)

reconociendo la campa torres

carrera del monte Santa Cruz (29/8/2015)

cross solidario de Figueras (23/8/2015)

la plage à Biarritz

Biarritz

Rojo y negro

 

Manhattan (y IV)