
En sintonía con esta noticia, el comandante anuncia por megafonía 24 grados y cielos despejados en BsAs. Si fuera gitano, me bajaba del avión sin perder un segundo.
En la revista de entretenimiento a bordo, la siguiente de las sorpresas: en el canal 27, hay unas asturianadas de unos tipos que se llaman Guti y Arévalo. En la fila de delante, una argentina discute en francés con acento porteño con su novio gabacho Oliver, yo repaso en la memoria el estribillo de "Soy de Verdicio", la señora del asiento contiguo al mío al otro lado del pasillo se persigna, las azafatas corren a sus asientos y el comandante anuncia que la torre de control, con una hora de retraso, nos autoriza el despegue.
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