lunes, 24 de marzo de 2014

lo siento, pero no estoy pa milagros ni reikis

Hace muchos, muchos años, tantos que no habían nacido aún ni Luis Villa ni Claudio Forés, o sea que imaginaos la ostia de tiempo que hace, un relato habla sobre un tipo de melenas y barba, perroflauta él, para más señas e inri, que fue a ver a un colega a su casa, y cuando llegó, su madre le dijo que había muerto. No explican bien los textos si por el efecto de lo que había fumado, eso si, porque fumaba aún declarándose un ecologista protector del universo, le dijo a su madre que quería ver donde le habían enterrado, porque a él se levantaría para verlo. Cuentan también esos escritos que el perroflauta, cuando llegó a la cripta funeraria, le pegó una voz al muerto y le ordenó: "Lázaro, levántate y anda". Sólo por el efecto de esas palabras, Lázaro, muy disciplinado él, se levantuvo y andó.

Esta historieta, que la leí algún día en algún sitio, o alguien me dijo que lo había leído, yo, que soy muy de ciencias, no me la creo.

Este finde pasado ha sido, no entero, gracias a dios, un reencuentro con lo intangible. Por lo visto y lo oído. Una amiga fue a un encuentro entre amigos, una de las cuales hace reiki, sin saber yo si el reiki se hace, se interpreta o se sufre. Es decir, no sé que verbo utilizar para acompañar a reiki. La palabra, reconozco, me sonaba extraña, y aunque tenía algún prejuicio en la cabeza acerca, consulté esa fuente de sabiduría que es wikipedia. El reiki, inventado por un monje japonés que nació en 1922, es una técnica de imposición de manos que (dice que) cura a través de captación de energía universal. Yo, mientras, pagando la luz como un tonto.

Y en una serie de conferencias en la que estuve este sábado, una mujer describía una forma de terapia curativa basada en la música. Mi mente, muy de ciencias ella, igual que yo, seguro que uno lo ha heredado de la otra o al revés, se puso a visualizar la forma de sanar una fractura abierta de tibia y peroné en base a escuchar de forma reiterada y contínua el "E lucevan le stelle" de Tosca. Para vibrar interiormente, me vale, para el dañado peroné, prefiero la antigua y en extinción férula o escayola y el reposo.

Estos métodos de curación, yo, que soy muy de ciencias, tampoco me los creo. Ustedes me van a perdonar.

He sacado en claro, eso sí, que Luis y Claudio "no son más vieyos que los milagros".

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola camarada!!
Yo soy algo postrero que mio madre, y supongo que Claudio tamien.
Pero... nun seas incrèdulo que Lazaro , levantose y andò ; anduvo
jodiu pero andò.

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