Hoy, camino de Olsztyn, en el norte de Polonia, cerca de donde estamos construyendo nuestro segundo parque eólico, he visto por primera vez en mi vida un -18ºC en un termómetro. En Varsovia había sólo, con tilde ya casi extinta, aprovecho antes de que me lo prohiban, -14ºC. Con la temperatura y el viento se te congelaban los tentáculos.
Por aquí cuentan una anécdota en la que hablan dos amigos, un italiano y un ruso, y el italiano le dice "he visto en las noticias que estais en Moscú a -40ºC", a lo que el ruso le contesta "no es cierto, estamos a -20ºC", y vuelve a insistirle "que te digo que en la televisión se veía un termómetro en la calle que marcaba -40", y el ruso sentencia "¡Ah, bueno! En la calle si".
No hay comentarios:
Publicar un comentario