Viviendo en Varsovia, la de los tanques oxidados y el defenestrado pacto, volver a Gijón, el del Oscar de Garci, es un viaje. Por eso escribo. Por eso y porque el Blog es mío, claro.
Si de alguien fue aquel Oscar, fue del Sporting y del Molinón en obras previo al Munisal del 82. Hoy en día el Molinón está otra vez en obras, el equipo afortunadamente también y lo que parece que no tiene remedio es la junta directiva, no hay manera de apuntalarla, a esa directiva de gafas Rayban que no se encuentran ni en Camdem y de confesiones de chigre a cámara lenta y oculta. Por sus actos y decisiones conocereis a los dirigentes de cualquier empresa, aunque no les hayais visto nunca la cara. En Asturias hay muchas empresas empeñadas en darle la razón a Carlos Cano cuando cantaba sobre la España de títeres, macacos, horteras y parientes. Nunca leí una mejor definición.
Una entrada para ver al Sporting hoy, contra el Español, cuesta 40 euros, seas niño, adúltero o jubilata. ¿Hay alguien que lo entienda? ¿Por una vez en la vida no podría venir el hada madrina y darle vida y cerebro a los pinochos que tenemos? Perdona, Pinocho, por utilizarte en la comparación. Estos son de corcho, no de madera.
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