Muynak

Cuando nuestro guía Yusup nos recibió en Nukus, su primera frase fue: "Bienvenidos a la capital del desastre". Se estaba refiriendo al desastre ecológico del Mar de Aral. Hace ya unos años, soviets visionarios decidieron desviar el agua de los dos ríos que nutrian al Mar de Aral para regar campos de algodón que convirtiera al imperio en primer productor mundial de otro blanco. El resultado, el desastre. Desertización, salinización de tierras, contaminación por fertilizantes, devastación. Si a todo eso unimos las pruebas de armas biológicas que se llevaban a cabo en una de las islas del mar, obtenemos una debacle.