Keita Morike, trabajador en la fábrica naviega de Ence, organiza una recogida de bienes usados que llevará por tierra hasta su aldea natal de N'Banidou
(fuente: La Nueva España, 15/1/2015)
Un camión cargado hasta los topes de sueños partirá de Navia y, tras más de 6.000 agotadores kilómetros y diez días de viaje, llegará a N'Banidou, una remota aldea del sur de Guinea Conakry. Al volante irá Keita Morike, un empleado guineano de una subcontrata de Ence en Navia, que se ha propuesto llevar esos sueños, en forma de pantalones y camisetas, bicicletas, móviles usados o simples balones, hasta su aldea natal. Por ello, durante estos días, y hasta el 23 de enero, ha organizado, junto con el comité de empresa de la planta, una recogida de bienes y utensilios que aquí no son necesarios, pero que cobrarán nueva vida en el corazón de África.
Keita Morike debe ser, a ojos de sus paisanos, una especie de héroe. En 2002 llegó a España y, tras su paso por Barcelona, hace un año recaló en la planta naviega. Durante este tiempo ha conseguido levantar, en su aldea de poco más de trescientos habitantes, un pozo de agua potable y una escuela para casi noventa alumnos, en la que además aporta el sueldo del maestro. Orgulloso, muestra en su móvil las fotos que ha sacado en su última visita. En una de ellas, seis alumnas se apiñan en la primera fila de un aula de pared de ladrillo. "Pensé que, como a mí me gustó mucho estudiar y pude salir, necesitaba realmente ayudar a hacer algo. Logramos el colegio, con la ayuda de amistades, mi jefe, compañeros de trabajo y conocidos. Está casi listo", cuenta Keita.
Ahora trabaja para llevar un camión de ilusión para aquellos que habitan su pueblo natal. "Lo que la gente de aquí no valora mucho allí se valora. Por ello me puse en contacto con el comité de empresa, a ver si me podrían echar una mano para hacer esta recogida", explica el guineano. Dicho y hecho. El comité de empresa, con Javier Fernández, su presidente a la cabeza, no dudó en recoger el guante. "Nos sumamos al momento. Hay cosas que tenemos en casa que tiramos en perfecto uso, pero puede haber gente que le hace mucha falta, como es el caso", asegura Fernández.
Keita Morike enumera lo que se necesita en N'Banidou: "Ropa, colchones, electrodomésticos, calzado, juguetes... Todo lo que veas en casa que no necesitas, que es inútil para ti. La gente de allí le da mucho valor", afirma. Reconoce que "será un viaje duro", pero no tiene ningún miedo. El camión, que ya tiene presto y dispuesto para la aventura, lo ha comprado en Cangas de Onís.
La recogida está abierta a todo vecino de la comarca, que puede depositar su aportación en la portería de la fábrica, a cualquier hora, hasta el próximo viernes 23.
Un camión cargado hasta los topes de sueños partirá de Navia y, tras más de 6.000 agotadores kilómetros y diez días de viaje, llegará a N'Banidou, una remota aldea del sur de Guinea Conakry. Al volante irá Keita Morike, un empleado guineano de una subcontrata de Ence en Navia, que se ha propuesto llevar esos sueños, en forma de pantalones y camisetas, bicicletas, móviles usados o simples balones, hasta su aldea natal. Por ello, durante estos días, y hasta el 23 de enero, ha organizado, junto con el comité de empresa de la planta, una recogida de bienes y utensilios que aquí no son necesarios, pero que cobrarán nueva vida en el corazón de África.
Keita Morike debe ser, a ojos de sus paisanos, una especie de héroe. En 2002 llegó a España y, tras su paso por Barcelona, hace un año recaló en la planta naviega. Durante este tiempo ha conseguido levantar, en su aldea de poco más de trescientos habitantes, un pozo de agua potable y una escuela para casi noventa alumnos, en la que además aporta el sueldo del maestro. Orgulloso, muestra en su móvil las fotos que ha sacado en su última visita. En una de ellas, seis alumnas se apiñan en la primera fila de un aula de pared de ladrillo. "Pensé que, como a mí me gustó mucho estudiar y pude salir, necesitaba realmente ayudar a hacer algo. Logramos el colegio, con la ayuda de amistades, mi jefe, compañeros de trabajo y conocidos. Está casi listo", cuenta Keita.
Ahora trabaja para llevar un camión de ilusión para aquellos que habitan su pueblo natal. "Lo que la gente de aquí no valora mucho allí se valora. Por ello me puse en contacto con el comité de empresa, a ver si me podrían echar una mano para hacer esta recogida", explica el guineano. Dicho y hecho. El comité de empresa, con Javier Fernández, su presidente a la cabeza, no dudó en recoger el guante. "Nos sumamos al momento. Hay cosas que tenemos en casa que tiramos en perfecto uso, pero puede haber gente que le hace mucha falta, como es el caso", asegura Fernández.
Keita Morike enumera lo que se necesita en N'Banidou: "Ropa, colchones, electrodomésticos, calzado, juguetes... Todo lo que veas en casa que no necesitas, que es inútil para ti. La gente de allí le da mucho valor", afirma. Reconoce que "será un viaje duro", pero no tiene ningún miedo. El camión, que ya tiene presto y dispuesto para la aventura, lo ha comprado en Cangas de Onís.
La recogida está abierta a todo vecino de la comarca, que puede depositar su aportación en la portería de la fábrica, a cualquier hora, hasta el próximo viernes 23.
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