Reza una sentencia apocalíptica y dantesca cuando entras en Christiania. Abandonad toda Unión Europea los que aquí entráis. Quizás hace unos 40 años tenía sentido una ocupación de una antigua base militar, en plena guerra fría y con el muro aún sin derrumbar en Berlín. Hoy, que siga existiendo Christiania para ver que fue de aquello y para que sea un nido de camellos vendiendo droga, creo que ya no tiene sentido.
Además de los puestos donde se vende la marihuana, al menos eso creo, aparte de otras drogas blandas, según apuntan todas las guías, puedes ver calles sucias, poco cuidadas, y edificios que si aguantan es precisamente por haber sido una base militar. Que paradoja. En Christianía lo que permanece intacto es lo que se asaltó por ser lo que era. Y gracias.
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