Hay años novelescos o cinéfilos por excelencia, desde el 1984 de Orwell hasta este 2010 de Clarke, pero me parece que no tendremos ese futurismo esperado de bosques de monolitos y de gente vacacionando por el espacio ni nada que se le parezca, seguiremos anclados en el mundo de las guerras, de las injusticias, de las tramas urbanísticas, de los bigotes y los camps, de los zapateros que ya nos hartan, en fin, de una realidad más cercana al siglo XX y a Alfredo Landa que a las plataformas espaciales. Por cierto, ya os anticipo que algún político se verá envuelto, a no muy tardar, en la recalificación -por supuesto, legal- de un sector de algún plan urbanístico en la Luna. Y no se pondrá colorado.
Como escribió Jorge Drexler, vendrán otras guerras y otras crisis y perderán y pagarán los mismos, pero deseo que siga asaltándonos la duda, y, eso si, que esta noche nos dé un respiro.
Feliz 2010.
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